¿Cómo el deporte ayuda a prevenir la diabetes?

La mayoría de las personas que realiza deporte lo hacen para liberar tensión o bajar de peso, sin embargo, este también ofrece otros beneficios para la salud como prevenir y manejar ciertas enfermedades como la diabetes y la resistencia a la insulina. Desde hace varios años, la comunidad científica y médica han dado a conocer los beneficios del ejercicio para combatir y/o revertir el fenómeno de la diabetes, una patología que afecta a millones de personas en el mundo.

Las células musculares liberan una sustancia que se denomina “ATP”, la cual va a indicar a la misma célula que controle los niveles de azúcar en el plasma de manera independiente como lo hace la insulina. De esta manera, si la hormona insulina no funciona bien en los tejidos blancos, la glucosa en el plasma se mantendrá muy elevada y a niveles tóxicos, sin embargo, el ejercicio producirá que las células reincorporen la glucosa de tal manera que los niveles en el plasma bajen y la persona se encuentre en mejores condiciones de salud. Por otro lado, se sabe que la glicemia elevada o azúcar elevada en la sangre produce la diabetes, es entonces que el ejercicio favorece el consumo de glucosa por parte de los músculos.

¿Cómo se regula la glucemia al hacer ejercicio?

Como ya se ha mencionado, la glucemia es la presencia de azúcar en la sangre y está compuesto benéficamente por el consumo de glucosa a nivel muscular y la resistencia a la insulina. Los niveles de glucemia alto se acompañan de la sensación de cansancio, por lo que la práctica de ejercicios va a ayudar a pasar de esta situación a un estado de bienestar y energía. A pesar de que muchas personas realizan ejercicio con el objetivo de perder peso y presentan dificultades al conseguirlo, tener una rutina activa sí determinará una mejora en sus condiciones de salud.

El deporte ayuda a prevenir a diabetes tipo 2

Se sabe que la diabetes tipo 1 se da en la etapa temprana de la vida, conocida como una enfermedad autoinmune que destruye las células del páncreas que produce la insulina. La diabetes tipo 1 se da principalmente en niños y en jóvenes y según expertos, se está convirtiendo cada vez más común. Por otro lado, la población adulta está más propensa a sufrir de diabetes debido a los diferentes cambios de hábitos alimenticios donde esta enfermedad, específicamente la diabetes tipo 2, es una pandemia a nivel mundial. Las causas principales de la diabetes tipo 2 son los malos hábitos alimenticios que pueden traer como consecuencia el sobrepeso. Otra de las causas de diabetes tipo 2 es el sedentarismo, el segundo problema más grave y consecuente de esta patología después de la alimentación.

Los malos hábitos alimenticios, el sobrepeso y el sedentarismo guardan relación entre sí y es un caso del cual muchas personas están sujetas. Una persona adulta corre el riesgo a sufrir de diabetes tipo 2 cuando el exceso de trabajo lo obliga a llevar una mala alimentación en la calle y permanecer estático la mayoría de horas al día, por lo que los únicos momentos de movimiento serán los de dirigirse al trabajo o volver a casa. Para estos casos comunes y rutinarios que pueden llevar a obtener diabetes tipo 2, los expertos recomiendan realizar ejercicios por lo menos 4 veces a la semana, de esta manera se evita el sedentarismo en su totalidad. Esta actividad acompañada de una buena alimentación diaria ayudará a prevenir dicha enfermedad, teniendo en cuenta que este tipo de diabetes es prevenible.

¿Qué ejercicios ayudan a prevenir diabetes?

Existen diferentes ejercicios para cada tipo de persona dependiendo de sus intereses físicos y de salud. Uno de los tipos de ejercicio más comunes es el anaeróbico y es al que las personas más se dirigen porque tiene el objetivo de tonificar todo tipo de músculos como los del abdomen, piernas, brazos, glúteos, entre otros. Este tipo de ejercicios también mejora la resistencia de una persona y ayuda a la eliminar la grasa. Estos ejercicios suelen darse con mayor dedicación en el gimnasio. Por otro lado, se encuentran los ejercicios de flexibilidad y concentración, que, además de mejorar las condiciones físicas como el movimiento de las articulaciones y músculos, también ayuda a la salud mental. Algunos de estos ejercicios son el yoga, los pilates, entre otros.

En el caso de una persona más propensa a sufrir de diabetes, los ejercicios más recomendados por hacer son los aeróbicos, los cuales dependen de la respiración correcta de una persona para mejorar algunas condiciones de salud. Uno de los beneficios al realizar este tipo de ejercicios es que mejora la función cardiovascular de una persona, teniendo en cuenta que entre el 50% y 80% de las muertes de personas con diabetes en el mundo se debe a problemas cardiovasculares. Otro de los beneficios de hacer este tipo de ejercicios es que ayuda a reducir e incluso regular los niveles de colesterol en la sangre, ya que los pacientes que presentan diabetes normalmente tienen el colesterol LDL alto (componente malo) y el HDL bajo (componente bueno). Algunos de las actividades físicas para este tipo de ejercicio son el ciclismo, el baile, la natación, entre otros.

¿Una persona con diabetes puede hacer ejercicios?

La respuesta es sí. Tanto para las personas que desean prevenir diabetes como para las que ya las tienen, el tipo de ejercicio más recomendable serán los aeróbicos, solo que para este caso, con una actividad física de menos impacto. Los pacientes diabéticos suelen tener problemas articulares, por lo cual, el ejercicio no deberá ser un agravante para estos problemas, sino por el contrario, rutinas suaves y fáciles de llevar con frecuencia. Existen algunos casos en los que no es muy recomendable hacer ejercicio con personas con diabetes, y uno de ellos es por la tendencia a sufrir problemas cardiovasculares en el intento.

Hacer ejercicios produce también que la cantidad de grasa en el cuerpo de una persona sea menor, por lo que es más fácil controlar la glucosa en una persona con esta enfermedad. Es importante saber que hacer ejercicios no es la solución en su totalidad a la diabetes, sin embargo, ayuda de manera considerable a que el paciente mejore sus condiciones de salud y tenga una mejor calidad de vida haciendo actividades cotidianas con toda normalidad.