Empieza bien el día: ¿Qué puedo comer y qué debo evitar en el desayuno?

Para poder iniciar el día de la mejor manera posible, es muy importante saber cuáles son las opciones más adecuadas para cumplirlo. A menudo mencionamos que el desayuno es la comida más importante del día, pero a pesar de ello, mucha gente sigue teniendo el mal hábito de no hacerlo, ya sea por pereza, porque no tienen tiempo o porque creen falsamente que de esa manera perderán peso.

Es por ello, que en el post de hoy te ayudaremos a responderte tu pregunta de: ¿Qué puedo comer y qué debo evitar en el desayuno?

Y sólo así, podrás empezar tu día lleno de energía. Toma nota!

Qué puedo comer en el desayuno

Chía

El desayuno aporta los nutrientes y energías necesarias para poder empezar el día con fuerza, y que mejor que incluir en el desayuno un poco de chía, que ya sea acompañada por yogurt, leche o frutas aportará las vitaminas y fibras esenciales para una buena función intestinal.

Yogurt

Consumir por la mañana una buena fuente de proteínas como el yogurt, es necesario para aportar nutrientes que nos darán energía para afrontar nuestras actividades diarias, además que los lacteos como el yogurt ayudan a proteger la masa muscular y los huesos, gracias al aporte de calcio.

Avena

La avena es uno de los mejores cereales ayudando a reducir el colesterol, además de poseer mucha fibra.

Los expertos recomiendan que por las mañanas se debe de comer carbohidratos en su medida justa, acompañados con algo de fibra, lácteos y glucosa. Una de las mejores y más sabrosas combinaciones es la avena con yogurt o leche, frutas y miel.

Leche de Soja

Las leche vegetales como la de soja, almendras y avellanas, son opción ideal para quienes no pueden consumir leche de vaca. Además de ser deliciosas, aportan proteínas y minerales a tu dieta.

Huevos

 El huevo es un alimento con múltiples beneficios para la salud, por lo que es aconsejable incluirlo en el desayuno. Este alimento está compuesto básicamente por proteínas, y las grasas de estas proteínas ayudan al cuerpo a mantener los niveles de energía necesarios, además de que te deja con una sensación de saciedad por mucho más tiempo, evitando de esta manera el consumo de snacks a deshora.

Puedes disfrutarlo de mil formas, entre ellas: en un omelette con queso, pasados por agua, en tortillas, entre otras.

Leche descremada

La leche descremada acompañada por cereales como la avena, aportan grandes cantidades de calcio y energía.

Quesos bajos en grasa

Si quieres tener otro  opción para acompañar tus tostadas, el queso bajo en grasa es una elección perfecta, además de un desayuno agradable, te aportará calcio.

Pan integral

Cabe mencionar que es muy importante incorporar carbohidratos de bajo índice glucémico en el desayuno. El pan integral es uno de ellos, y además de contener fibra y regularizar el tránsito, aporta energía y mantiene la sensación de saciedad por más tiempo.

Frutas

Las frutan desde siempre son muy buenas para la salud, aportan vitaminas y minerales que ayudan al metabolismo. Una buena opción para empezar el día quemando grasas, es el pomelo y las frutas rojas.

Qué NO puedo comer en el desayuno

Bollería industrial

Si evitas el consumo de este tipo de alimentos por las mañana, tu cuerpo te ayudará agradecerá mucho. Si incorporas cualquier alimentos con exceso de azúcar y grasas saturadas a tu desayuno, impedirá la buena absorción de la energía requerida y promoverá la acumulación de grasa abdominal.

Cereales azucarados 

Los cereales industriales están llenos de carbohidratos y azúcares. El exceso de azúcar en la sangre se concentra rápidamente aumentando la producción de insulina y glucosa, y bloqueando la producción de energía.

Frituras 

Es muy importante que evites todo tipo de alimentos frito en el desayuno, como el tocino, huevos o papas. Este tipo de alimentos pasados por este proceso, aportan muchas calorías a tu dieta sin incorporar a tu organismo las vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del mismo.

Embutidos 

Las carnes procesadas contienen nitratos que hace poco fueron asociados en el desarrollo de varios tipos de cáncer. Además, estos embutidos tienen grandes cantidades de sodio, que ocasiona la retención de líquidos.