Stevia, un sano endulzante

En el mundo de la nutrición, es importante documentarse constantemente. Si quieres tener una dieta saludable, es importante que tengas muy claro cuáles alimentos te favorecen.

Uno de los alimentos que debes tomar en cuenta, sin duda, es la Stevia, ya que aporta una manera sana de endulzar tus platos favoritos. Esa propiedad la convierte en un elemento esencial, magnífico.

Incluso, esta planta –oriunda de Paraguay- resulta más dulce que el azúcar tradicional, ese que tantos problemas causa, como diabetes y obesidad.

Bondades

La stevia, que actualmente tiene a China como su principal centro de cultivo, está libre de grasas. Por ello es que se recomienda a personas que busquen perder peso. Claro está, no es una poción mágica, pero si ayuda a establecer una dieta mucho más sana y efectiva.

De hecho, es frecuente ver estratos de stevia ofrecidos al público como productos dietéticos. Sin embargo, pese a su masivo uso industrial, en el pasado llegó a ser considerada como dañina.

En Estados Unidos, por ejemplo, este edulcorante fue prohibido para el procesamiento industrial. Esto ocurrió a principios de la década de los 90, cuando los estudios sobre esta planta no estaban tan avanzados como hoy en día.

Desde 2008, específicamente, este tipo de estudios que la presentaban como negativa han sido desacreditados. Actualmente, en la mayoría de los países del mundo, por no decir que en todos, es aceptada como un aditivo para los alimentos.

A partir de ese momento, su uso ha crecido exponencialmente. En estos 10 años de máximo esplendor, la stevia no ha sido culpable de intoxicaciones u otras reacciones adversa. Al menos, no existe ningún caso documentado.

Arma potente

La Stevia en un arma de prevención y combate contra varias enfermedades. La diabetes, sin duda, es su principal enemiga.

Al no aportar calorías ni carbohidratos, este es el único edulcorante que no altera los niveles de glucosa en la sangre humana. Este factor es esencial para personas con diabetes, ya que podrían injerir una cantidad de platos más diversa.

En cuanto a insulina, hipertensión y peso corporal, los efectos de la stevia tampoco tienen un gran impacto. De hecho, la investigación científica ha admitido que son difíciles de detectar.

La Stevia también combate el cáncer de páncreas. Su consumo, según arrojan diversos estudios, puede reducir hasta en un 23 % el riesgo de padecerlo.

¿Por qué su nivel de prevención es tan alto? Se debe, básicamente, a que posee una gran cantidad de esteroles y antioxidantes (kaempferol, por ejemplo). Estos elementos son fundamentales en la lucha contra el cáncer pancreático.

La presión arterial también puede regularse con la ingesta de esta milenaria planta. Esto se debe a que sus extractos dilatan los vasos sanguíneos. Además, incrementan –exponencialmente- la producción de orina y la excreción de sodio.

Por todas estas bondades, es recomendado utilizar la stevia como endulzante desde temprana edad. Diversos organismos de salud han determinado que no hay ninguna contradicción para que los niños la consuman.

Esta recomendación también incluye a grupos especiales, es decir, embarazadas y lactantes, al igual que personas compulsivamente alérgicas.

Todas estas bondades han popularizado el consumo de la stevia. Si te detienes a leer los componentes de los productos dietéticos, verás que su utilización es frecuente.

Si la quieres consumir de manera natural, puedes hacerlo en un concentrado líquido y hojas secas. La cantidad a aplicar debe ser moderada, y depende del peso y otras características de la persona.

Dicho está, por supuesto, está claro el gran alcance de la stevia, pero eso no quiere decir que debes dejarle todo el trabajo. El sedentarismo y los malos hábitos alimenticios pueden disminuir –casi en su totalidad- los efectos positivos de esta planta.